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50
LA
POLÍTICA
OH LA
EXPERIENCIA
otros; y
esta investigación
es
válida gracias
a la
experienciacompartida
de la
experiencia recuperada
en y
mediante
la
relación
terapéutica
en el
aquí
y el
ahora.
Realmente,
en la psicoterapia hay métodos, incluso estructuras institucionales, que penetran en la secuencia, ritmo y tiempo de la situación terapéutica considerada comoun proceso, y que
pueden,
y deberían, ser estudiadas conobjetividad científica. Pero los momentos realmente decisivos en psicoterapia, como sabe todo paciente o terapeutaque los ha experimentado, son impredictibles, únicos, inolvidables, siempre irrepetibles y, a menudo, indescriptibles.
¿Significa
esto que la psicoterapia ha de ser un culto pseudo-
esotérico?
No.
Debemos
seguir luchando a través de nuestra confusión,insistiendo en el ser humano.
La
existencia es una llama que constantemente funde yvuelve a dar forma a nuestras teorías. El pensamiento
exis-
tencial
no ofrece seguridad alguna, ni hogar para el que no
lo
tiene. No se dirige a nadie excepto a ti y a mí. Encuentrasu propio valor cuando, cruzando el abismo de nuestras expresiones y lenguajes, dé nuestras equivocaciones, errores yperversidades, hallamos, en la comunicación del otro, una
experiencia
de relación establecida,
perdida,
destruida o recuperada. Esperamos compartir la experiencia de una rela
ción,
pero el único principio, o final, honesto sería el decompartir la experiencia de su ausencia.
 
CAPÍTULO
III
LA
MISTIFICACIÓN DE LA
EXPERIENCIA
1
No basta con destruir la propia experiencia y la de losdemás. Debemos cubrir esta rutina con una falsa concienciaacostumbrada, como hace Matcuse, a su propia falsedad.
La
explotación no debe verse como tal. Hay que considerarla como algo benévolo. La persecución no debería rechazarse como si fuera la ficcn de una imaginación paranoi-de, sino que debería experimentarse como algo amable. Ensu día, Marx describió la mistificación y mostsus funciones. El tiempo de Orwell todavía está con nosotros. Loscolonizadores no sólo mistifican a los nativos, como tan claramente nos muestra Fanón,
2
sino que han de mistificarse a
mismos. Nosotros, en Europa y en Norteamérica, somos loscolonizadores, y para mantener las extrañas imágenes denosotros mismos como un regalo de Dios para esa gran mayoría de seres humanos que mueren de hambre, hemos de
1.
Parte
de este capítulo es una versión
corregida
de una
conferenciapronunciada
en el Institute of
Contemporary
Arts (Londres,
1964),
y
edita
da
como «Violence and
Love»
en
]ournal
of Existentialism,
V.
n.°
20
(1965)
y
como
«Massacre
of the
Innocents»
en
Pcace
News,
n.° 1.491
(1965).2. Frantz
Fanón,
The
Wretched
of the
Earth,
MacGibbon and Kee,
Londres,
1965; también
Frantz
Fanón,
Stndies in a Dying Colonialism,
Monthly
Review
Press,
Nueva
York,
1965.
 
52
LA
POLÍTICA
DE LA
EXPERIENCIA
internalizar nuestra violencia hacia nosotros mismos y hacianuestros niños y emplear la retórica de la moralidad para
describir
este proceso.Para racionalizar nuestro complejo militar-industrial, hemos de destruir nuestra capacidad de ver claramente lo que
está
delante y lo que está detrás de nuestras narices. Mu
cho
antes de que llegue una guerra termonuclear, habremos
perdido
nuestra propia cordura. Empezamos por los niños.
Es
necesario cogerlos a tiempo. Sin el más escrupuloso y rápido lavado de cerebro sus sucias mentes verían a través denuestras sucias trampas. Los niños todavía no están
locos,
pero los convertiremos en imbéciles como nosotros, con unalto coeficiente intelectual si es posible.Desde el momento del nacimiento, incluso cuando se compara el bebé de la Edad de Piedra con la madre del siglo xx,
el
bebé está sujeto a estas fuerzas de violencia, llamadasamor, tal como lo estuvieron su madre y su
padre
antes que
ellos,
y los padres de sus padres. Estas fuerzas se ocupanprincipalmente de destruir la mayor parte de sus potencialidades. Esta empresa es, en su totalidad, fructífera. Cuando
ese
nuevo ser humano tiene unos quince años, nos encontramos ya frente a un ser humano como nosotros. Una criatura medio
loca,
más o menos
adaptada
a un
mundo
loco.
Esto
es
la normalidad en la época actual.Hablando con propiedad, el amor y la violencia son dospolos qpuestos. El amor deja que el otro sea, aunque con
afecto
e interés. La violencia intenta restringir la libertad delotro, le fuerza a actuar del modo que nosotros queremos,pero sin interés, con indiferencia por la existencia de un destino para el otro.
Efectivamente,
nosotros mismos nos estamos destruyendo coa violencia disfrazada de amor.
Yo
soy un especialista, que Dios me ayude, en todoaquello que sucede en el espacio y en el tiempo interno, de
 
LA
MISTIFICACIÓN
DE LA
EXPERIENCIA
53las
experiencias llamadas pensamientos, imágenes, ensoña
ciones,
recuerdos, sueños, visiones, alucinaciones, sueños derecuerdos, recuerdos de sueños, recuerdos de visiones, sueños de alucinaciones, refracciones de refracciones de refrac
ciones
de aquel original
Alfa
y Omega de experiencia y realidad, de aquella Realidad en cuya represión, negación, diso
ciación,
proyección, falsificación y profanación general se
basa
nuestra civilización.
Vivimos
fuera de nuestros cuerpos y de nuestras mentes.Interesado como estoy en este
mundo
interno, observando continuamente su ruina, me pregunto, ¿por qué ha suce
dido
esto?
En
el capítulo I ya he sugerido una posible respuesta,que podemos actuar según nuestra
experiencia
de nosotros
mismos,
de los otros y del
mundo,
del mismo modo que podemos influir en el
mundo
a través de la conducta. Esta destrucción es obra de la
violencia
que se ha
perpetrado
en cadauno de nosotros, y por cada uno de nosotros en nosotros
mismos.
Gran
parte
de esta violencia se conoce con el nombre de
amor.
Actuamos según nuestra experiencia a requerimiento de
los
otros, del mismo modo que aprendemos a comportarnos
con
ellos obedeciendo sus órdenes. Se nos enseña lo que hayque experimentar y lo que no hay que experimentar, igualque se nos enseñan los movimientos que hay que hacer y lossonidos que hay que emitir. Un niño de dos años es ya unautor moral de movimientos, un interlocutor y un experimentador moral. Se mueve ya de manera
«correcta»,
hace
los
sonidos «correctos» y sabe lo que debe sentir y lo queno debe sentir. Sus movimientos se convierten en signos es
tereométricos,
que facilitan al antropólogo especialista la
identificación,
a través de su ritmo y estilo, de sus caracte
rísticas
nacionales e incluso regionales. Del mismo modo que
se
le enseña a moverse de distintas maneras a
partir
de la
 
54
LA
POLÍTICA
DE LA
EXPERIENCIA
totalidad de movimientos existentes, se le enseña también aexperimentar a partir de la totalidad de experiencias po
sibles.
Gran parte de las ciencias sociales profundizan en la
mistificación.
La violencia no
puede
ser observada a travésde las perspectivas del positivismo.Una mujer introduce continuamente comida en el cue
llo
de una oca a través de un embudo. ¿Es ésta una descrip
ción
de crueldad hacia un animal?
Ella
niega toda motiva
ción
o intención de crueldad. Si tuviéramos que describiresta escena «objetivamente», sólo la despojaríamos de loque está «objetivamente» o, mejor dicho, oncológicamentepresente en la situación. Toda descripción presupone nuestras premisas ontológicas concernientes a la naturaleza (ser)del hombre, de los animales y de la relación entre
ellos.
Si
se rebaja a un animal a la categoría de pieza de producto manufacturado, a una especie de complejo bioquímico—de modo que su carne y sus órganos sean un simple material que tiene, en la boca, una cierta configuración (blanda,tierna, dura), un sabor, quizás un olor—, entonces, describiral animal
positivamente
en estos términos es humillarse a símismo al rebajar al ser. Una descripción
positiva
no es ni«neutral» ni
«objetiva».
En el caso de las ocas-como-materia-prima-para-el-
pâté
, sólo se
puede
dar una descripción negativa si ésta ha de basarse en una ontología válida. Es decir,
la
descripción se mueve en dirección al brutalismo, a la degradación y a la profanación que representa esta actividad:de la verdadera naturaleza de los seres humanos y de losanimales.
La
descripción debe hacerse
a la luz del
hecho de que
los
seres humanos han llegado a autoembrutecerse, a despre
ciarse
y a anularse hasta el
punto
de que son inconscientes desu propia humillación. No hay que superponer, en la descrip
ción
«neutral», ciertos juicios de valor que han
perdido
todo
 
LA
MISTIFICACIÓN
I)E LA
EXPERIENCIA
55
criterio
de validez
«objetiva»,
es decir, cualquier validez queuno siente que debe ser tomada en serio. En cuestiones «sub
jetivas»,
no ocurre nada. Por otra parte, las ideologías políti
cas
están plagadas de juicios de valor, no reconocidos como
tales,
que no tienen validez ontológica. Los pedantes enseñan
a
la juventud que tales cuestiones de valor son irrefutables,
insostenibles,
inverificables, que ni tan sólo llegan a ser cues
tiones,
o que lo que necesitamos son meta-cuestiones. Mientras tanto, el Vietnam continúa.
Bajo
el signo de la alienación cada aspecto individual de
la
realidad humana está sujeto a una falsificación, y una des
cripción
positiva sólo
puede
perpetuar la alienación que tam
poco
aquélla
puede
describir, nicamente se logra profundizando cada vez más en ella, porque la alienación la disfraza
y
oculta.
Debemos
repudiar
un positivismo que logra su «seguridad» enmascarando lo que es y lo que no es, mediante secuen
cias
del
mundo
del observador al transformar lo realmente
dado
en
capta
que se
toman
como cosas dadas,
desnudando
el
mundo
del ser y relegando al fantasma del ser a una tierra desombras de «valores» subjetivos.
El
lenguaje teórico y descriptivo de la investigación en la
ciencia
social adopta una posición de aparente neutralidad
«objetiva».
Pero ya hemos visto cuan engañoso
puede
ser
esto.
La elección de la sintaxis y del vocabulario son actos po
líticos
que definen y circunscriben el modo en que los
«hechos»
deben experimentarse. En el sentido de que van más
lejos
y que originan, incluso, los hechos estudiados.
Los
«datos» (dados) de la investigación no son tanto dados como
tomados
de una matriz de sucesos que se nos
esca
pa constantemente. Tendríamos que hablar de
capta
más quede datos. El suministro, cuantitativamente intercambiable, quepenetra en los molinos de los estudios de fiabilidad y de
esca
las
de evaluación, es la expresión de un proceso que realiza-
de 168

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Caracteres:400

Es una magnífico aporte y agradezco el poder contar al fin con una versión digital de esta obra magistral, la cual he buscado por años a fin de posibilitar su lectura.

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